Irregularidades en San Ramón

Tras leer el apartado de ¿Qué debes saber de la adopción? cada uno puede sacar sus propias conclusiones después de toda la información facilitada, pero es a partir de ésta y después de cotejarla con diferentes testimonios, que encontramos las siguientes irregularidades:

Curiosamente todos los nacidos en San Ramón pese a haber nacido en una clínica privada (y no ser entregados en un establecimiento benéfico) constamos como hijos de padres desconocidos, para facilitar que el Ministerio Fiscal otorgase la adopción plena fácilmente al ser niños abandonados, sin datos de los progenitores para constatar esta situación.

Nuestros casos no presentan Tutela constituida ni consejo de familia (periodo que abarca desde la entrega del menor a los padres hasta la adopción plena). Esto quiere decir que durante esos 6 meses no constó nuestro paradero legal ni ningún documento que otorgase la adopción simple a nuestros padres adoptivos.

Tras haber realizado una exhaustiva búsqueda de nuestra documentación, no aparece ninguna escritura notarial como apunta Guijarro en su intervención que puede leerse en extracto del libro “Infancia Abandonada y adopción”, ni ningún otro papel firmado por nuestras progenitoras para así justificar su deseo de dejarnos en adopción. Como testigo de la voluntad de abandono se acepta en el juzgado únicamente la declaración de los hechos escrita por el Dr. Vela.

Según testimonios de las madres biológicas no se hizo firmar ningún tipo de renuncia del  bebé ante notario y mucho menos se hizo testificar a las progenitoras ante el juez, para dar su consentimiento en el proceso de adopción. Tan sólo hemos localizado un testimonio que afirma que se le entregó en el sanatorio una fotocopia sin validez legal en la que se comprometía a no reclamar a su hijo (aún disponiendo de 6 meses legalmente para hacerlo). Sospechamos que el motivo de firmar dicha fotocopia fuera para ser usada en el caso de que la madre hubiera reclamado al bebé dentro del plazo legal y antes de que se tramitase la adopción plena. De esta forma se salvaguardaba la culminación del procedimiento de adopción.

El certificado de  A.E.P.A  que consta en nuestro poder, no cumple en la mayoría de los casos con el plazo fijado por la ley, es decir, la fecha del documento es anterior a los 6 meses necesarios que confirman el abandono.

Según testimonios de varios adoptantes, la clínica daba la opción de tramitar una adopción plena o de aparecer directamente como los padres biológicos del bebé, llegando incluso a sugerir a algunos matrimonios fingir un embarazo  y simultáneo al de la madre biológica, que bajo la supervisión del doctor se llevaba a cabo mediante un cojín colocado en la barriga de la  madre adoptiva. El día del alumbramiento se avisaba al matrimonio adoptante y ambas mujeres ingresaban a la vez en el sanatorio. La madre natural nunca figuraría como parturienta y la madre adoptiva legalmente figuraría como madre legítima desde el primer momento.

Todas las mujeres eran anestesiadas de forma general independientemente del tipo de parto que tuvieran mientras que en otros centros no se hacía así ¿Por qué?

Se les pidió a los padres adoptivos grandes sumas de dinero en concepto de gastos del parto y otros extras en el momento de ir a recoger al bebé, no habiendo sido avisados con anterioridad.  En la adopción está prohibido sufragar gastos de la madre biológica o aportar compensaciones económicas o de otra índole por entender que afectan al consentimiento.

Una enfermera que vio a las madres de familia que fueron engañadas hablar en televisión de sus sospechas, se puso en contacto con los medios para ratificar las irregularidades que ella presenció en la clínica San Ramón. Ella afirmó haber presenciado varios robos de bebés y coacción a jóvenes solteras. Desde aquí le reiteramos nuestro agradecimiento por su valentía y testimonio.